“En realidad, yo hago esto porque me han dicho que hoy es lo que toca”, fue el comentario que con poco convencimiento nos lanzó hace unos seis años el propietario de una mediana editorial, cuando se decidió a confeccionar su página de internet para dar a conocer sus producciones. ¿En nuestros días suena anacrónico, verdad?, sin embargo no es tan lejano en el tiempo.
Los servicios en la red se han ido multiplicando y como resultado de ello otro fenómeno nos acompaña: las redes sociales; que con su potente influjo suman nuevos canales de comunicación entre los navegantes. Aún así, existen hoy editoriales que son renuentes a utilizar estos medios. Al respecto, Armando Liussi, experto en márquetin y en la denominada comunicación 2.0, afirma “en realidad ciertas empresas no alcanzan a comprender que una red social es algo más que el uso común que se hace de Facebook”. Para recordarnos que es la tecnología la que siempre marca los cambios, por cuanto la industria de la publicación no puede escapar a esto.
Cuando consultamos a una directora de un prestigioso sello literario integrado en una multinacional, nos comenta con reserva que la velocidad de las transformaciones hacen que muchos lleguen con cierta tardanza a visualizar la importancia de estos cambios, “hay quienes lo tienen más claro, mientras que otros por estructura o por el esperar y ver, lo aprecian desde cierta distancia” A pesar de ello, nos aclara que la empresa tiene desde hace tiempo bien a cubierto la llegada de sus diferentes sellos a estos canales.
Es evidente también que la particularidad del momento no ayuda a digerir con facilidad nuevos conceptos tecnológicos, más cuando muchos de los pequeños y medianos emprendimientos se esfuerzan por mantenerse a flote ante las difíciles circunstancias económicas.
Pero más allá de los números Liussi se arriesga a afirmar, que los medios de difusión van a tener que adaptarse con más velocidad de la que piensan a las transformaciones, ya que éstas no se detendrán “muchos de los que hoy producen contenidos están lejos de vislumbrar cuan profundo es el cambio que se aproxima” Para vaticinar que como ya sucede en la web, alcanzarán al sentido de pertenencia de aquello que elaboran, “pronto veremos cómo los medios deberán asumir por decisión propia cierta laxitud en la propiedad de los bienes que producen”
Si observamos en la historia de la humanidad las instancias de crisis siempre fueron catalogadas como etapas de transición, que luego dejaron paso a otras de profundas modificaciones. Por tanto más allá de las puntuales opiniones sería lícito afirmar que, de seguir la tendencia apreciada en los últimos tiempos, no tardaremos en ver profundizar las trasformaciones en cuanto a publicación se refiere.
Sin dudas, las transiciones son complejas, con tantas aristas como personas y entidades intervengan en su proceso.
Por cierto, ¡un placer la charla!