El libro

En nuestra primera reflexión del 20 de enero pasado, hablábamos en estas páginas respecto de las tecnologías y de los nuevos soportes que se están implementando, en contraposición con los libros impresos en formato papel.

Allí mencionábamos que más allá de las posibilidades que depara el futuro para una u otra tecnología, lo que en verdad era importante es que sirviera para un mayor acercamiento de la gente a la cultura y por consiguiente, a la posibilidad de acrecentar sus conocimientos.

Meses después, seguimos suscribiendo esta idea. La sabiduría que otorga la lectura no es garantía alguna contra los males que aquejan a la humanidad, pero acerca al ser humano hacia la excelencia y lo aleja de la ignorancia.

Por ello, queremos adherir al contenido del siguiente fílmico adjunto,  y compartir contigo esta agradable forma de promover las bondades del libro tradicional. No para adoptar una defensa a ultranza del mismo, y sí por promover una vez más una de las mejores expresiones de la imaginación, la escritura.

De conciencias y fantasmas

Estos días un buen film ocupa un espacio de la cartelera, se trata de El escritor. Protagonizada por Pierce Brosnan, cuyo personaje supuestamente está escribiendo sus memorias y Ewan McGregor, en el papel de negro literario o autor de las mismas. El guión o pertenece a Roman Polanski, quien también la dirige.

El argumento tiene su origen en el thriller del inglés Robert Harris, Ghost Writer, éxito de venta en los países de habla inglesa, publicado por el sello Grijalbo, bajo el título de El poder en la sombra.

El político y su autor de pago, enfrentados (butaca.net)

La película, como la novela en su día,  ha levantado muchas suspicacias acerca de si el político acusado de crímenes contra la humanidad a quien se hace referencia, representa en realidad al ex premier británico Tony Blair. Sobre el cual, al menos en la cinta, su mujer ejerce una gran influencia, hasta llegar a convertirse en partícipe de todas las grandes decisiones de éste.

Pero lo que en verdad llama la atención es la actitud que adopta el autor por encargo. Más aún cuando éste decide saltar la valla del obediente a sueldo hasta tornarse en un peligroso escritor de investigación, quien con sus pesquisas llega a poner en jaque a su propio empleador.

Según el diccionario de la Real Academia de las Letras, «Negro es el que trabaja anónimamente en trabajos literarios para lucimiento y provecho del otro»  De esta manera la mayoría de ellos hace su trabajo en la sombra, de allí la referencia a lo oscuro de su condición.

Personajes de todos los ámbitos han echado mano de los negros literarios en cuestión, aún así, son muy pocos los que logran emerger a la superficie y con ello obtener el merecido reconocimiento. Sucede cuando las figuras para las cuales escribe prefieren, por honestidad con quien ejecuta el verdadero trabajo, que éste aparezca en los créditos como coautor del texto. Eso siempre y cuando los hechos de la persona para la cual escribe no le lleguen a pesar en la conciencia.