Crisis, ingenio y publicación

Tipos para impresión

Ya se sabe, el horno no está para bollos. Las editoriales, como cualquier otra empresa, se las ven difíciles para acertar con las obras a publicar en estos momentos de vacas flacas.

Fruto de ello e impulsadas por el avance tecnológico, importantes grupos y otrora duros competidores entre si, como Planeta, Random House  Mondadori, Santillana – Grup 62 y otros unen su esfuerzo para lanzar al mercado del libro digital una cantidad cercana a los mil títulos, para alcanzar los ocho mil en el término de cinco años lo que equivaldría al cinco por ciento del total de sus ventas. Seguidos de otras editoriales que prometen una rápida digitalización de sus principales libros.

Es evidente que continúan surgiendo nuevos títulos para publicar, pero a las editoriales les embarga el dilema de cuando lanzar sus nuevas apuestas y más aún, cuando se trata de escritores noveles o que no cuentan con suficiente renombre. Al respecto, una editora de un importante gran grupo nos comentaba off the record  que, por vez primera en años, se sentía desorientada en cuanto al particular momento que atraviesa la edición.

Por tanto, los editores se ven enfrentados a presiones adicionales y a dilemas de complicada resolución. Donde no sólo tiene que ver la calidad de un trabajo que se pretende publicar como nueva y esforzada apuesta, sino que hay que enfrentarse a variables de los que ellos a priori poco pueden llegar a prever.

Albert Einstein

En consecuencia, los sellos intentan asegurar las nuevas apuestas intercalándolas con el lanzamiento de valores ya enraizados entre los lectores. Aunque el éxito dependerá en mucho de los objetivos de venta fijados de antemano y  siempre y cuando las circunstancias, no las lleven a coincidir en el mercado con la salida de otra apuesta de la competencia y les haga repartirse el pastel de un mercado de por sí menguante en este momento.

Si bien no hay fórmulas mágicas, hoy más que nunca es el momento de echar mano del ingenio para superar el complicado período. Quizás para estas instancias de crisis sirva de inspiración la frase acuñada en su momento por el físico Albert Einstein, “sólo la imaginación supera al conocimiento”